martes, 5 de mayo de 2015

Las noches sin ti no son noches

No puedo evitarlo,
a veces tengo miedo.
Tengo miedo de la oscuridad de las noches sin ti,
miedo a los "te quiero" huecos,
miedo a los versos desacompasados.
Como no puedo evitarlo,
me siento en la ventana durante las noches sin luna
y me pregunto
qué fue de su luz
qué fue de ti.
Estoy sola y no me gusta.
La situación no hace más que recordarme que ya no estás.
Vuelvo a sentir miedo...
Y esta vez acojona de veras
porque sé que al final del pasillo no hay nada.
Ni siquiera un monstruo.
Ni siquiera el vacío:
al final del pasillo no hay nada,
al final del pasillo no estás.
Y eso, cariño,
es lo que más acojona de todo.

                                     Terrassa, 26/4/2015

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