sábado, 9 de mayo de 2015

Pensamientos encadenados

Lo siento,
pero hay veces que no puedo evitar
pensar ciertas cosas.
No puedo evitar pensar
que tú eres un poquito mío,
igual que yo también soy un poquito tuya.
Que en los coches a oscuras
se encuentra la felicidad,
que escribirte poemas
es curarme las heridas del ayer
porque tú eres presente
y eso vale más que cualquier paseo por Berlín.
No puedo evitar pensar
que me gustaría exponerte en el museo de la felicidad
para que todo el mundo vea esa luz en tus ojos
cuando sonríes.
Que formas parte de mi colección personal de postales
porque eres igual de especial
que cualquier rincón del mundo.
Que te regalaría ciudades enteras
para que hicieras de ellas un lugar mejor.
No puedo evitar pensar
que te pienso demasiado.
Pero en ningún momento me he quejado de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario